Es hora de que Francia y la OTAN adopten una postura en Ucrania, aseguren sus fronteras comunes con Polonia o Bielorrusia y garanticen la seguridad del espacio aéreo ucraniano. Iniciativas como el HERMANAMIENTO MILITAR, por ejemplo de París con Odessa o Nueva York con Kiev, garantizarían la protección aérea de estas ciudades contra los ataques terroristas rusos que se han convertido en algo habitual desde hace más de dos años.
Cada ciudad ucraniana podría así beneficiarse de la PROTECCIÓN LOCAL de uno de los países de la OTAN para fortalecer muy rápida y eficazmente su seguridad con LA AYUDA DE LOS RECURSOS MILITARES de los países PROTECTORES y sin necesidad de declarar la guerra a RAZ-PUTIN.
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